Cómo funciona el autoconsumo colectivo

Si no tienes tejado propio, pero quieres consumir energía solar te interesa saber cómo funciona el autoconsumo colectivo y es que es una opción para consumir energía solar formando parte de una comunidad.

El término autoconsumo se ha popularizado y son muchos los que se interesan por esta forma de consumir energía renovable. El autoconsumo fotovoltaico consiste en generar tu propia energía solar para tu vivienda o empresa.  Pero, esta opción, requiere dos cosas con las que no todo el mundo cuenta: un tejado propio y una inversión para poder hacer la instalación de los paneles.

Los apartamentos constituyen una clara mayoría en nuestro país, el 68% de la vivienda existente, lo que hace que 16.250.000 pisos en altura no puedan instalarse un autoconsumo individual sin contar con el resto de los vecinos, porque no tienen un tejado propio. De hecho, se calcula que un 70% de la población en España no dispone de un tejado o cubierta de su exclusiva propiedad.

Pero hay muchas personas que están concienciadas con la transición energética y con el medioambiente y quieren consumir energía renovable. Y es que los datos hablan por sí solos.

Cabe destacar que el pasado año, según datos de la Red Eléctrica de España (REE), la generación de electricidad en nuestro país liberó a la atmósfera menos toneladas de CO2 gracias al importante aumento de energía solar fotovoltaica instalada. Concretamente la fotovoltaica aportó 20.890 GWh en 2021. Gracias a ellos, en 2021 se emitieron 35,96 millones de toneladas de CO2, frente a los 36,13 millones de toneladas emitidas en 2020. Es decir, gracias a las renovables se ha reducido en 2021 un 1,4% las emisiones de CO2.

Esto ofrece argumentos a la sociedad para apostar por el consumo este tipo de energías renovables.

¿Qué es el autoconsumo colectivo?

Como decíamos no todo el mundo tiene un tejado propio o no dispone del dinero para hacer esa inversión. Por lo que la única opción de la que disponen es formar parte de un autoconsumo colectivo.  El autoconsumo colectivo fotovoltaico es en el que hay una instalación fotovoltaica que genera energía solar para varios consumidores.

El ejemplo más típico es el de la comunidad de vecinos que se ponen de acuerdo para instalar paneles solares en su edificio y los vecinos que participen, y lo deseen, pueden consumir de la misma.

Pero no es la única manera de formar parte de un autoconsumo colectivo lo puedes hacer de distintas formas.

 ¿Cómo funciona el autoconsumo colectivo?

El autoconsumo colectivo funciona como cualquier proyecto en el que varias personas deciden invertir para conseguir un objetivo. En este caso, depende del tipo de autoconsumo será necesario constituir una entidad jurídica o no. Pero, en cualquier caso, el autoconsumo colectivo fotovoltaico, permite a un grupo de personas consumir energía solar de una única instalación.

Formar parte de un autoconsumo colectivo es una forma de ser parte de una comunidad con un interés en las energías renovables y, en función del tipo de autoconsumo colectivo, puedes tener más o menos implicación en el proyecto.

Eso sí, es necesario cumplir alguno de estos criterios:

  • Estar conectados al mismo centro de transformación y estar en Baja Tensión.
  • Estar en el radio de 1 kilómetro de la instalación fotovoltaica.
  • Tener la misma referencia catastral.

 

Cómo funciona el autoconsumo colectivo

 

¿Qué tipos de autoconsumo colectivo hay en España?

El autoconsumo colectivo se puede plantear de diferentes formas en función de las necesidades energéticas y organizativas del grupo de personas que forman la comunidad.  

  1. Comunidad de Autoconsumo colectivo: Un grupo de personas que se une para hacer una inversión y con ella, realizan una instalación de autoconsumo fotovoltaico para abastecerse de energía.

En este caso, no es necesario constituirse como entidad jurídica, simplemente, tienen que ponerse de acuerdo, reunir el dinero y decidir qué porcentaje de la producción consumirá cada miembro de este colectivo. Un ejemplo de este tipo de autoconsumo es, como decíamos, las comunidades de vecinos. En este caso, tienen que estar a favor tres quintas partes de los vecinos para que se apruebe, una vez se apruebe, cada uno decidirá si quiere participar y con qué porcentaje de la producción.

En este caso, los vecinos que participen son propietarios de la planta y son los encargados del mantenimiento y la toma de decisiones sobre la instalación. La forma en la que se hace la inversión es un acuerdo que se llega dentro del grupo de personas que componen la comunidad. A priori, lo más equitativo, justo y fácil de gestionar es en función de la energía que se va a consumir, pero no tiene por qué ser así.

  1. Comunidad energética local: Es, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), una entidad jurídica de participación totalmente voluntaria y abierta, donde el control efectivo lo ejercen miembros que pueden ser personas físicas, pymes o autoridades locales. Una característica destacable es que son los miembros de esa organización los que toman todas las decisiones.

Además, este tipo de comunidades, se crean con una visión local, es decir que la instalación fotovoltaica se instala para que los que viven cerca consuman esa energía. Según el IDAE “el objetivo social por el que se rigen será ofrecer beneficios energéticos a la comunidad, de los que se derivan también importantes objetivos medioambientales, económicos o sociales hacia los miembros de la comunidad o de la localidad”.

En la actualidad, dado el desconocimiento de esta fórmula, este tipo de iniciativas están siendo impulsadas desde una institución pública a la que se suman los vecinos, pero siempre tiene que estar constituida como entidad jurídica.

En este caso, la inversión se hace entre todos los miembros y tienen que establecer en qué cubierta hacer la instalación. Este formato conlleva un mayor grado de implicación de los miembros es mayor que en otros tipos de autoconsumo colectivo.

  1. Comunidad solar sin inversión: Consiste en que una empresa hace una inversión en una instalación fotovoltaica y los consumidores sean, particulares o empresas, pueden unirse y consumir energía solar. Es decir, el propietario de la instalación será aquel que realice la inversión, habitualmente una empresa, y repartirá la energía entre los consumidores, que estando en un radio de 1 Kilómetro de la instalación, quieran consumir energía solar sin tener tejado y sin hacer inversión. Esto supone una reducción en la factura de la luz debido a que está consumiendo de energía solar.

 

 

Características de una comunidad solar sin inversión:

  • No necesitas hacer inversión
  • La instalación tiene un propietario único, que será el responsable del mantenimiento y siempre está en condiciones óptimas
  • Ahorras dinero en tu factura de la luz sin tejado y sin inversión
  • Consumes energía renovable contribuyendo a la mejora del medioambiente
  • Formas parte de una comunidad solar local
  • Te despreocupas de todos los trámites y obras

¿Qué tienes que hacer para pertenecer a una comunidad solar?

Si quieres consumir energía solar pero no dispones de un tejado o no puedes hacer la inversión, la única forma es formando parte de una comunidad solar.

Simplemente tienes que saber si estás cerca de alguna de las instalaciones fotovoltaicas y decidir si quieres consumir toda la energía renovable o solo la energía solar que consumes durante el día.

En Barter, además de formar parte de una comunidad solar puedes ser partícipe alquilando tu tejado. Es decir, si tienes un tejado o cubierta desaprovechado puedes crear una comunidad solar Barter, nosotros hacemos la inversión y tú o bien recibes un alquiler o bien consumes energía de esa planta. Esperamos haber resuelto tus dudas sobre cómo funciona el autoconsumo colectivo.