Uno de los grandes escollos para la generalización definitiva de la movilidad eléctrica es el dilema de la recarga de los mismos. Y es que, a todas luces, la red existente de puntos públicos de recarga rápida es absolutamente insuficiente, aunque hay empresas como Barter que está impulsando la proliferación de puntos de recarga.
Así pues, una de las soluciones es que los usuarios dispongan de una estación doméstica de carga en su propio domicilio. Pero esto no sale gratis. A este respecto, una pregunta frecuente entre los potenciales conductores de vehículos eléctricos es: ¿cuánto cuesta un punto de recarga para coche eléctrico?
Lo cierto es que la respuesta no es nada simple: el coste de instalación de una estación de carga doméstica para coches eléctricos depende de un sinfín de factores. Tanto es así, que el precio de la estación de carga propiamente dicha (sin instalar) no siempre es el más relevante de esos factores.
Y es que, para instalar un punto de recarga, legalizado, y en las debidas condiciones de uso y seguridad, no basta con tirar un cable y colocar en su extremo un simple enchufe.
Estos son los factores a tener en cuenta a la hora de calcular el coste final de la instalación de un punto de recarga particular:
- Tipo de cargador: obviamente, este es uno de los factores a tener en cuenta. Dependiendo de las funcionalidades y de velocidad de carga que permita el cargador, su precio oscila entre un mínimo de unos 500 euros y un máximo de 1200 euros.
- La distancia entre la ubicación del punto de recarga y el punto de conexión a la red de suministro: este es uno de los costes más variables. En el garaje de una vivienda unifamiliar, el coste puede ser inferior a los 50 euros. Por el contrario, en un garaje comunitario con capacidad para 200 vehículos, el precio de instalación de cables y tubos puede ser muy superior.
- La necesidad de hacer obras de cierta relevancia: si, además, es preciso realizar obra civil (por ejemplo, practicar orificios para pasar cables de una planta a otra) o instalar un soporte específico para la estación de recarga, esto encarecerá notablemente el precio de instalación.
- El posible aumento de la potencia contratada: lo habitual es que sea necesario contratar más potencia con la compañía eléctrica. Este trámite no tiene un coste elevado, pero también debe tenerse en cuenta.
- Nueva alta de suministro eléctrico: en ciertos casos, puede ser necesario dar de alta un nuevo punto de suministro eléctrico. Si en la zona hay red eléctrica, el coste añadido se limita al precio del alta y a la instalación de un nuevo contador. Pero en las zonas donde no llega la red eléctrica, el coste de extensión de la misma hasta la ubicación del punto de recarga corre por cuenta del interesado. En este caso, el coste puede dispararse.
- La legalización de la instalación: los puntos de recarga tienen que ser dispuestos por instaladores eléctricos autorizados. Estos deben de realizar todos los trámites necesarios para la legalización de la instalación. Un coste más que añadir, aunque para el caso de los puntos de recarga domésticos es muy poco relevante.
¿Cuáles son las diferentes alternativas para cargar un vehículo eléctrico en casa?
La velocidad de recarga depende del modo de carga empleado por los dispositivos cargadores, hay 4 modos de recarga en función de la potencia. Así que, vamos a conocer cuáles son los modos de carga empleados de forma doméstica , con la excepción del modo de recarga 1, que solo es apto para patinetes, bicis y motos eléctricas muy pequeñas.
Tampoco veremos el modo de recarga 4, empleado en “electrolineras” y estaciones de servicio. Los cargadores que lo emplean cargan un coche en 20-30 minutos, pero no son aptos para domicilios por dos motivos: su elevadísimo coste y los inasumibles requerimientos de potencia e instalación.
Modo de recarga 2
El cargador está dispuesto en una caja individual que se conecta a red mediante una clavija convencional del tipo Schuko. En la caja se encuentran los dispositivos de seguridad y de control de carga.
Funciona a 230 voltios, con corriente monofásica, la habitual en los hogares españoles. La carga completa se realiza en un lapso de entre 6 y 8 horas.
Modo de recarga 3
En este caso, el cargador consiste en una caja cuya denominación técnica es la de wallbox. Un wallbox es un punto de recarga que se fija a una pared o soporte y que se conecta a red directamente, sin clavija ni enchufe. La toma es exclusiva para la recarga de vehículos eléctricos.
La carga completa se efectúa en un periodo de entre 3 y 4 horas. Puede funcionar a 220 voltios con corriente monofásica, o a 400 voltios con corriente trifásica.
Entonces, cuánto cuesta instalar un punto de recarga para coche eléctrico
Ya hemos indicado que el precio de un punto de recarga no instalado oscila entre los 500 y los 1200 euros, dependiendo de la marca y de las prestaciones ofrecidas. Así que, situémonos en el término medio y consideremos un coste de 750 euros.
Para instalaciones en garajes comunitarios que no sean grandes y tengan excesivas complicaciones, el coste de instalación rondará los 500 euros.
Así que, puedes calcular que instalar un punto de recarga en un garaje comunitario de esas características te saldrá por 1200 o 1300 euros. Si tienes una vivienda unifamiliar con garaje, el coste se situará en torno a los 1000 euros, puesto que los gastos de instalación serán menores.
Ten en cuenta que esto no es más que una orientación solo válida para los dos casos indicados, y en el supuesto de que te decidas por un cargador de prestaciones medias.
Ahora ya sabes, más o menos, cuánto cuesta un punto de recarga para coche eléctrico. Pero tranquilo, con empresas como Barter este problema pronto será cosa del pasado. Estamos experimentando un rápido crecimiento, implementando puntos de recarga principalmente en zonas urbanas.
¿Tienes un espacio donde podríamos instalar cargadores? En tal caso, has de saber que no es necesaria ninguna inversión. Si precisas información detallada, todo lo que has de hacer es enviarnos tu solicitud mediante nuestro formulario de contacto.
