Para conocer la rentabilidad del coche eléctrico hay que tener en cuenta diferentes factores, además de valorar que, como cualquier inversión, esta se va amortizando a largo plazo.
¿Es rentable un coche eléctrico? Factores clave a evaluar
Antes de tomar una decisión hay que tener presentes estas variables:
Coste inicial
Su precio de compra es algo más elevado que el de modelos de combustión interna, aunque esta diferencia se está reduciendo a medida que la tecnología avanza y crece la demanda de este tipo de vehículos.
Coste de funcionamiento
Aunque el precio de la electricidad fluctúa bastante, sigue siendo más bajo que el de la gasolina o el diésel, que en los últimos años han alcanzado valores de récord. Esto se traduce en que cargar un coche eléctrico es más barato que llenar el depósito de un vehículo de combustión.
Otro coste a valorar es el del mantenimiento. Al tener menos piezas móviles, los vehículos eléctricos tienen un mantenimiento más sencillo y más barato.
Por lo que se refiere a los impuestos, los coches “tradicionales” pagan el impuesto de matriculación y el impuesto de sobre vehículos de tracción mecánica (“el numerito” o impuesto de circulación). En cambio, los coches eléctricos están exentos de pagar el impuesto de matriculación y en algunos municipios también se bonifica el impuesto de circulación.
Autonomía y uso
Aunque la cantidad de kilómetros que se pueden recorrer con un vehículo eléctrico ha aumentado en los últimos años, todavía está lejos de igualar las marcas de los coches de combustión. Para muchas personas este es un factor limitante a la hora de escoger entre un modelo u otro.
No obstante, si se trata de un vehículo que se va a utilizar principalmente en trayectos urbanos o desplazamientos cortos, el coche eléctrico es la opción más rentable.
Infraestructura de carga
Cuando se valora pasar a la movilidad eléctrica hay que tener presente cuánto cuesta un punto de recarga para coche eléctrico y si se dispone de espacio para su instalación en casa.
Si no es posible contar con un punto de recarga en una plaza de garaje propia, entonces hay que valorar el coste y la disponibilidad de los puntos de carga públicos.
Consumo y recarga: ¿cuánto cuesta realmente usar un coche eléctrico?
Para poder calcular cuánto cuesta recargar un coche eléctrico en casa hay que tener en cuenta las características de la batería (los kWh que necesita cargar), la potencia que tiene la instalación eléctrica doméstica y la tarifa ofrecida por el proveedor de energía eléctrica.
Si el contrato incluye una tarifa de discriminación horaria, resultará mucho más barato cargar el coche durante la noche.
Teniendo en cuenta las tarifas medias actuales de las comercializadoras eléctricas, una carga completa de la batería puede costar en torno a los 10 euros.
En los puntos de recarga públicos el precio es más elevado y se estima que puede costar hasta tres veces más que hacer la carga de la batería en casa. Los puntos de carga rápidos son más caros que los lentos y los de capacidad establecida. En ellos, una recarga promedio puede salir por unos 30 euros.
Partiendo de un consumo promedio por cada 100 kilómetros recorridos, un coche eléctrico consume unos 15 kWh, lo que equivale a 1,50 euros si se ha recargado la batería en casa y unos 7,50 euros si la recarga se ha hecho en un punto público. En cambio, el vehículo de combustión consume unos 6 litros para recorrer esos 100 kilómetros, lo que tiene un coste aproximado de 10 euros.
Subvenciones y beneficios fiscales: cómo ahorrar al comprar un coche eléctrico
El precio inicial de un coche eléctrico nuevo es algo más elevado que el de su homólogo en versión de combustión. Sin embargo, a la hora de hacer la compra hay que tener en cuenta que existen subvenciones y beneficios fiscales que van a suponer un interesante ahorro.
Exención del impuesto de matriculación
Los coches eléctricos están totalmente exentos de pagar el impuesto de matriculación. Esto reduce de forma considerable el coste de adquisición del vehículo, especialmente en modelos de alta gama, en los que este impuesto puede llegar a ser de hasta el 14,75 %.
Deducción en el IRPF
Quienes compren un coche eléctrico se pueden beneficiar de una deducción del 15 % sobre el valor de adquisición del mismo en su declaración de la renta. El valor máximo de la deducción está limitado a 20 000 euros, por lo que la deducción máxima que se puede obtener es de 3000 euros. Esta es una medida de carácter temporal que se ha prorrogado en este 2025.
Algunas comunidades autónomas también ofrecen deducciones con respecto al tramo autonómico.
Reducción del impuesto sobre vehículos de tracción mecánica
Algunos municipios ofrecen bonificaciones que pueden ir del 50 % al 75 %. Para saber si se tiene derecho a una bonificación con respecto a este impuesto y en qué porcentaje, lo más sencillo es consultar la ordenanza municipal.
También hay localidades que permiten que los vehículos eléctricos aparquen de forma totalmente gratuita dentro de las zonas de estacionamiento limitado.
Plan MOVES
Ofrece subvenciones directas por la compra de coches eléctricos que pueden llegar a ser de hasta 7000 euros si se trata de vehículos eléctricos puros o de 4500 euros si son híbridos enchufables.
Además, algunas comunidades autónomas cuentan con programas de incentivos propios para la compra de vehículos eléctricos y/o para la instalación de puntos de recarga en el hogar.
Teniendo en cuenta el ahorro conseguido a largo plazo, más las exenciones de impuestos y las subvenciones disponibles, la rentabilidad del coche eléctrico es más que evidente. Si te interesa la movilidad eléctrica y quieres contribuir a la generación de electricidad de forma sostenible en los núcleos urbanos, contacta con Barter y te contamos más sobre nuestra forma de trabajar.